Colombia - 09 diciembre, 2020
La autoridad ambiental de la Amazonia colombiana, Corpoamazinia, reportó que para el primer trimestre del 2020 se perdieron 75.000 hectáreas de bosque, una cifra que equivale a la reportada en todo el 2019. Esto llama a tomarse más en serio los proyectos de restauración. La restauración productiva participativa de los paisajes de bosque amazónico —una propuesta con enfoque local de Tropenbos Colombia— tiene el propósito de restaurar las áreas deforestadas y mejorar las condiciones de las comunidades que habitan estos territorios. Por lo general, muchas de las instituciones involucradas en estos procesos de restauración tienden a tener una perspectiva muy técnica promoviendo la siembra de especies de árboles que no responden con coherencia a las condiciones locales, más bien se basan es especies, modos de cultivo, patrones de cultivo, conceptos administrativos y procesos de seguimiento estandarizados. Por este motivo, desde la perspectiva de la restauración productiva participativa, se asume y se promueve que las comunidades locales formulen sus propios programas de restauración basados en el manejo tradicional del bosque.
Tropenbos Colombia, en el marco del proyecto Paisajes interculturales sostenibles (Working Landscapes), viene adelantando conversaciones con líderes indígenas para la formulación de programas de restauración locales basados en su propio conocimiento tradicional sobre el manejo y uso del bosque, las diversas figuras de propiedad de territorio de los resguardos y reservas, la capacidad local y la importancia de especies no comerciales para garantizar un ecosistema sano que sustente el bienestar de las comunidades.
Una restauración participativa facilita los canales de comunicación con todos los miembros de la comunidad y permite avanzar con mayor fluidez en la resolución de conflictos y generar un mayor compromiso por parte de todos los actores involucrados. Igualmente, el enfoque participativo permite la inclusión del conocimiento femenino, clave para asegurar la seguridad alimentaria y la salud de la comunidad, así como los saberes de los abuelos y abuelas que conocen en detalle los calendarios ecológicos, la interacción de los árboles con otras especies —animales y plantas— y el cuidado que requieren.
Para formular un programa de restauración productiva participativa desde la mirada local, se precisan las siguientes acciones:
La instituciones suelen comprender los beneficios económicos en términos de valores, costos de producción, riesgos y oportunidad económica. Sin embargo, no reconocen el valor que representan las especies no comerciales y que son clave para la seguridad alimentaria, la salud de la comunidad y la salud del ecosistema.
En un programa piloto de restauración productiva participativa que Tropenbos Colombia viene adelantando con Way Matapí —un joven indígena yucuna de la región de Araracuara en el medio río Caquetá— se han podido evaluar tanto las problemáticas sociales como los tipos de valor que deben tenerse en cuenta en los programas de restauración en territorios indígenas. Para este joven, la restauración es muy importante para el futuro de la comunidades pero es importante entender e incluir los conceptos de valor locales y comunicar la relevancia del proyecto a lo largo del tiempo. Por ejemplo, algunas especies van a generar ingresos en el futuro, lo que permite pensar en inversiones más adelante. “Los árboles que se siembran hoy permitirán pagar la educación de nuestros hijos más pequeños”, este es el tipo de mensajes que ha venido formulando para generar mayor compromiso en la comunidad. Sin embargo, también se podrán tener beneficios a corto plazo con leña para el uso doméstico y frutales, y eso es igualmente clave comunicarlo.
Way Matapí ha sembrado unas 20 especies comerciales junto con sus especies acompañantes en un área de 5 hectáreas durante el confinamiento del Covid-19. Entre esas especies no comerciales o acompañantes, generalmente olvidadas en procesos de restauración, se destacan las lianas, los hongos, los musgos y bomeliadas, las cuales proveen energía a las demás especies. Ha sido un proceso lleno de retos y obstáculos y no ha sido fácil comunicar los beneficios de la restauración a todos los miembros de la comunidad, pero. también ha encontrado aliados importantes en el núcleo familiar y en jornadas de trabajo colectivo que coinciden con los calendarios de trabajo en las chagras.
Generar conciencia sobre la importancia de los programas de restauración es crucial. Por eso, este tipo de iniciativas requieren de un componente social fuerte que reconozca la organización local, sus sistemas de cultivo y las formas de trabajo locales. Entre elementos a favor se encuentra el hecho que las comunidades locales suelen entender la importancia de sembrar no sólo para el beneficio económico, sino para garantizar el alimento, la leña, el material para construir sus casas, para la artesanía y para los animales y la naturaleza misma.
Un elemento muy relevante en el diseño de programas de restauración es comprender la organización política local, las formas de la gobernanza local, si no los proyectos de restauración productiva terminarían destinados al fracaso como tantos otros programas en el pasado. Las estrategias deben incluir las prácticas locales de intercambio de información y las formas establecidas para la toma de decisiones.
Basado en los resultados de su programa de investigación local y en sus pilotos de restauración productiva participativa, Tropenbos Colombia se encuentra adelantando un laboratorio ciudadano para generar capacidad en todo tipo de organizaciones que trabajan en la región amazónica así como en universidades. De esta manera se apoya la formulación de programas de restauración productiva participativa y se promueve un diálogo muy necesario entre comunidades locales, expertos técnicos en resforestación, asesores administrativos y académicos.