La naturaleza, el sistema financiero y la necesidad de una mirada de género

La naturaleza, el sistema financiero y la necesidad de una mirada de género

Colombia - 08 marzo, 2023

¿Cómo se ha venido abordando desde el sistema financiero el valor de la naturaleza? ¿Cuáles son las implicaciones que tienen los mecanismos financieros en materia de género? ¿Qué rutas son las recomendables para el trabajo que adelantamos con comunidades campesinas e indígenas de la Amazonia colombiana en este panorama? Estas son algunos de los temas de reflexión que propone Laura Catalina Oviedo Delgado, bióloga de la Pontificia Universidad Javeriana, quien se ha dedicado a la investigación, monitoreo y análisis de conflictos socioambientales y alternativas para la protección de la Amazonia. Junto con ella que hemos venido profundizando nuestra mirada sobre las economías de los bosques.

A continuación, presentamos una breve entrevista:

1. Cuéntanos qué se entiende por financiarización de la naturaleza y por qué es importante abordar este tema en este momento.

La financiarización de la naturaleza es un discurso que alude a una serie de mecanismos creados para convertir en activos financieros a los elementos o funciones de la naturaleza y ponerlos así bajo el poder e influencia que ejerce el sistema financiero global. Desde esta perspectiva, la naturaleza no es valorada en sí misma como parte de la realidad que habitamos, sino que se convierte en una mercancía o un producto que es transable en los mercados financieros. Este procedimiento, por supuesto, incrementa el poder de las corporaciones, mercados, élites y discursos financieros tradicionales sobre otras posibles miradas de la naturaleza. Así, desde una visión financiera, por ejemplo, el agua o los bosques se conciben como productos susceptibles de ser tranzados como bonos en las bolsas de valores a nivel mundial e, incluso, susceptibles de ser canjeados por dinero. Eso mismo sucede con cualquier otro elemento de la naturaleza. Este tema cobra relevancia en este momento porque si bien los mecanismos financieros frente a la naturaleza existen hace ya varios años, algunas de las propuestas que están en la agenda pública actual para manejar las problemáticas ambientales están acudiendo nuevamente a estas fórmulas o mecanismos. Estas aproximaciones transaccionales y visiones de la naturaleza llegan a las comunidades sin adecuada información y sin analizar sus posibles impactos negativos.

2. ¿Cómo debemos entender el enfoque de género en este contexto?

Como es bien sabido, históricamente, a las mujeres se les han impuesto las tareas del cuidado como resultado de la distribución del trabajo y de roles basados en el género. Estas tareas de cuidado se relacionan comúnmente con la alimentación, la salud, la educación y algunos trabajos comunitarios, entre otros. En este sentido, ante la degradación de los ecosistemas, ellas son las primeras que sufren las consecuencias. Igualmente se ven profundamente afectadas por los discursos que apuntan a la privatización de la naturaleza o a su manejo como una mercancía. Desde una mirada ecofeminista podemos ver la relación entre la invisibilización del trabajo de cuidado de las mujeres y la degradación de la naturaleza, pues estos procesos se traducen en la explotación de los cuerpos de las mujeres y de la tierra. También podemos decir que, como históricamente las mujeres han sido excluidas del acceso a la tierra y otros recursos, así como de información y participación política en su territorio, pues estas visiones financieras, en estos mercados con alta especulación los riesgos, son más ajenos, distantes y riesgosos para ellas.

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3. ¿Cuáles son las principales dificultades implicadas en ponerle un precio a la naturaleza?

Ponerle precio a la naturaleza conlleva varios problemas entre los cuales podemos destacar los siguientes:

  1. La mayoría de las soluciones basadas en la financiarización no tienen como objetivo realizar cambios económicos ni políticos del modelo de desarrollo que actualmente predomina a escala global, más bien siguen perpetuando el statu quo y el paradigma del crecimiento económicos desmedido.
  2. Estas soluciones reducen la crisis climática a un problema de emisiones de gases de efecto invernadero y absorción de carbono y simplifican los ecosistemas, restándole importancia a problemas como sequías, desertificación, acidificación de los océanos y pérdida de biodiversidad.
  3. Dentro de los mecanismos de financiarización, quienes cuidan la naturaleza, es decir, las comunidades indígenas, negras y campesinas, no son una prioridad.
  4. El acceso a mecanismos de información, transparencia y participación por parte de quienes habitan los ecosistemas, que son relevantes para los mecanismos de financiarización de la naturaleza, no es claro ni debidamente garantizado.

Todas estas fallas nos permiten argumentar que es necesario tener una mirada crítica frente a los discursos y mecanismos de financiarización de la naturaleza, destacando sus debilidades y sesgos y poniendo sobre la mesa otras soluciones.

4. ¿Y cuáles serían entonces esas soluciones?

En primer lugar, es importante entender cómo lo han planteado los feminismos, la necesidad de hacer cambios en las relaciones entre la naturaleza y los seres humanos. Esto significa asimilar que somos seres ecodependientes e interdependientes, es decir, que sin los trabajos domésticos de cuidado no podríamos existir y sin la provisión de elementos y funciones de la naturaleza no podríamos llevar la vida como hasta ahora. En segundo lugar, es necesario reconocer que los recursos son finitos y, por lo tanto, la planificación debe tener en cuenta esas limitaciones. Esto, por lo general, no es considerado por los sistemas de financiarización. Por último, desde los países del sur global, caracterizados por sus brechas de desigualdad, es imprescindible reconocer que existen poblaciones para las cuales los mecanismos de financiarización de la naturaleza ponen en riesgo su permanencia en el territorio y su agencia en la conservación del mismo. En este contexto, se hace necesario generar mecanismos de participación y transparencia a favor de las comunidades que acceden a estos servicios. Además, los mecanismos para la conservación no pueden ser únicamente financieros, deben complementarse con enfoques de transformación de la relación entre el ser humano y la naturaleza que promuevan cambios estructurales.

Este proceso de reflexión sobre financiarización de la naturaleza y sus implicaciones en materia de género es una acción articulada de Tropenbos Colombia y Censat Agua Viva para el componente de género en el marco del proyecto Bosques para un futuro justo (Green Livelihoods Alliance).