Vivir, crear e innovar con las maderas en Solano

Vivir, crear e innovar con las maderas en Solano

Colombia - 15 noviembre, 2022

Yenser Fabián Pomar es un jóven ebanista del municipio de Solano que aprendió el oficio con el antiguo dueño del taller de carpintería del cual hoy es propietario. Desde hace un tiempo se viene preguntando cómo hacer que su trabajo sea más innovador y cómo involucrarse en proyectos que le permitan crear cosas nuevas y experimentar nuevas técnicas.

Yesner, de veintidós años, cuenta que la carpintería ha sido su fuente de sustento desde hace cuatro años y que, aunque no se ve toda la vida en este arte, ha sido una buena forma de subsistir hasta el momento.

Para mí trabajar con madera y ser carpintero es algo increíble y novedoso porque con la madera se pueden hacer artesanías, muebles y más, cada día hay más cosas novedosas. También me motiva mucho porque de un árbol, como usted puede observar, se pueden sacar muchos artículos y eso es mejor que ver algunas maderas pudrirse en las fincas.

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El equipo de campo de Tropenbos Colombia se acercó a su taller con el ánimo de explorar este oficio, los conocimientos que implican del bosque y de las maderas, la práctica de transformación a la que invita y la forma de vida que propone a los jóvenes de Solano. Con la idea de iniciar un diálogo al respecto, Yenser fue invitado a dar un taller los días 21 y 22 de octubre en una carpintería de Solano con jóvenes de los resguardos koreguaje de San José del Cuerazo, Peñas Rojas, Puerto Naranjo, Porvenir Kananguchal, Jericó y El Diamante, además de la participación de un compañero de la vereda Cabañita del núcleo de Jerichá. Por medio de este encuentro se esperaba explorar la ebanistería como complemento del programa de Restauración Productiva Participativa que Tropenbos Colombia viene adelantando en la región, inspirar a los jóvenes indígenas y apoyar a Yenser en su anhelo de tener nuevos socios e innovar.

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Precisamente fue Yenser el responsable en iniciar esta conversación en torno a este oficio y dar a conocer todas las herramientas que componen un taller de ebanistería. También brindó consejos para lograr que los diferentes trabajos se vuelvan eficientes y más sofisticados. Entre muchos temas, se discutieron cuestiones como el rol de las máquinas en el proceso, cuándo son necesarias verdaderamente y si hace falta llevarlas a las comunidades o no. Muchos de los participantes quedaron, por supuesto, entusiasmados con la idea de armar talleres en su propio territorio y multiplicar así la posibilidad de que otros jóvenes aprendan este oficio.

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Cada uno de los asistentes realizó una pieza, cortaron los pedazos de madera, les dieron forma, los unieron, algunos llegaron a enmasillar y a lijar, pero no se alcanzó pintar. El trabajo despertó tanto el interés de los jóvenes que incluso llegaron más temprano el segundo día para aprovechar los días de aprendizaje al máximo. Dentro de la interacción también se resaltó el buen trabajo del ebanista Yenser como guía de los otros jóvenes descubriendo quizás su vocación de enseñante.

La experiencia de compartir conocimientos en el taller me mostró que puedo relacionarme con bastantes personas y aprender un poco más con la interacción. Me emocionó darme cuenta que a los jóvenes les gustaba mi taller. La experiencia me dejó recuerdos y momentos lindos.

En general, los jóvenes del área de Solano ven en la ebanistería una oportunidad para aprovechar los pedazos que no se utilizan cuando se corta un árbol o esos trozos de madera que quedan por ahí disponibles en la chagra. También ven que pueden producir piezas de carpintería tanto para el uso propio como para la generación de ingresos. Además, ven esta actividad como complementaria de las muchas que ya hacen, incluidas la artesanía y la construcción de casas.

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